No es una reunión más, ni una ofrenda especial, ni un culto especial de misiones, es entender que todas las actividades que realiza la iglesia son con un objetivo misionero, de dar a conocer a Dios a otros, de sumarse al plan en el que Dios ya está trabajando.
Nuestra Iglesia, al igual que muchas otras iglesias Cristianas, se caracteriza por ser una congregación pequeña, sin embargo, cuenta con un Departamento de Misiones y el deseo de compartir el evangelio con aquellos que no han oído nunca de Jesús y de la paz que él entrega.
Este departamento nace en el año 2007 de la mano de una hermana a quien Dios estaba llamando a tener amor por las misiones y los pueblos no alcanzados. Durante el transcurso de tres años ella pudo realizar distintas actividades tales como desayunos, oraciones y cultos misioneros, pero en el año 2010 el Señor la movilizó a profundizar su conocimiento teológico en un seminario en EE.UU, por lo cual las actividades del departamento de misiones cesaron.
Durante el año 2018 recibimos la invitación a capacitarnos en misiones mediante la Escuela de Capacitación Misionera (ECAMI) de Provisión en febrero del 2019, en donde el Señor avivó en nuestro corazones el deseo y el mandato a las misiones, es por esta razón que estando en la escuela y durante el resto de nuestras vacaciones comenzamos a planificar de qué manera podíamos aplicar las herramientas e información que se nos entregaron y cómo ponerlas en práctica durante el año a modo de reactivar el Departamento de Misiones en la iglesia.
Es por esta razón que hicimos una planificación anual de todo lo que podíamos y queríamos hacer, sin saber si nuestro pastor junto al grupo de ancianos de la iglesia lo aprobarían, pero confiábamos que si el Señor puso este anhelo en nuestro corazón él haría lo posible para extender este deseo en nuestra iglesia local.
Cuando volvimos a nuestras casas, solicitamos tener una reunión con el pastor y presentamos nuestra inquietud y el plan que teníamos para el año, siendo sinceros con que nos aprobasen la mitad de la planificación éramos felices (gracias a Dios nuestro pastor y el equipo de ancianos tenían hace tiempo el deseo en sus corazones de levantar el departamento de misiones), aceptó la totalidad de la planificación y estaba muy contento de que nosotros pudiésemos hacernos cargo de este ministerio. Así nuevamente en el año 2019 luego de 8 años de inactividad el departamento de misiones volvió a sus actividades.
Al iniciar el año ministerial en la iglesia en abril estuvimos muy contentos, empezamos con cultos misioneros mensuales y reuniones de misión los días jueves cada seis semanas, siempre detallando al iniciar estas actividades que las mal llamaríamos “misioneros o de misiones” ya que cada actividad que realiza la iglesia debería tiene ese objetivo misionero: glorificar a nuestro Dios.
Con el avanzar de las semanas empezamos a invitar a hermanos/as dedicados de lleno a la misión a exponer en nuestros cultos misioneros o para realizar desayunos misioneros y conocer en mayor intimidad como estos hermanos vistos como “super hermanas/os” en realidad son igual que todo el resto de la congregación (con fracasos, alegrías, dificultades, triunfos), pero con el deseo de obedecer y de servir a nuestro Señor en su mandato de darlo a conocer a todas las naciones.
Hoy seguimos trabajando para que la congregación cada día tenga más conocimiento de las misiones locales y mundiales. Es un proceso largo, ya que no todos los hermanos de una congregación tienen el mismo ritmo para comprender e interiorizar las cosas, pero es clave que cada actividad de la congregación se haga con el foco de las misiones. No es una reunión más, ni una ofrenda especial, ni un culto especial de misiones, es entender que todas las actividades que realiza la iglesia son con un objetivo misionero, de dar a conocer a Dios a otros, de sumarse al plan en el que Dios ya está trabajando.
Autor: Cristián Beltran, obrero para Europa.